Era la última corrida de la temporada, y las asociaciones antitaurinas quisieron hacer oír su voz ante la plaza de la Monumental en protesta esta vez por los 108 toros muertos durante 2007 en Barcelona. Varios centenares de personas se manifestaron -con una actitud beligerante que incluía insultos al público que entraba o, al final, salía de la plaza- entre un fuerte cordón policial que les impedía acceder al entorno inmediato del coso. "La tortura no es cultura", o "si quieres sangre, córtate las venas", fueron algunos de los lemas de la protesta. Durante la corrida, varios coches
con coronas fúnebres dieron vueltas alrededor de la plaza con pancartas en las que se leía: "Barcelona mata". Por la mañana, una veintena de activistas escenificaron un entierro con fotos de toros agonizantes.
La presencia de Tomás provocó de nuevo el lleno absoluto en la plaza, sobre cuyo futuro taurino para la próxima temporada pende una gran incógnita.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Lunes, 24 de septiembre de 2007