Las negociaciones del PSOE para sacar adelante la Ley de Memoria Histórica se centrarán en IU-ICV, CiU y PNV, toda vez que las bases que plantea ERC son inaceptables para el partido mayoritario. Los republicanos "no avalarán una Ley de Memoria Histórica que no anule los juicios del franquismo, porque de no hacerlo se estará dando validez a una justicia que no fue tal, sino que fue una venganza", dijo ayer el portavoz en el Congreso de ERC, Joan Tardà.
Pero el PSOE no lo acepta, sino que se queda con la declaración de "ilegitimidad" de esos juicios. La situación se complica porque IU-ICV, a través de su portavoz, Joan Herrera, pide que la ley no cierre la puerta a que los tribunales declaren la nulidad de los jueces. La posibilidad de acuerdo es muy difícil.
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* Este artículo apareció en la edición impresa del Lunes, 24 de septiembre de 2007