La variedad de conciertos programados en el Fórum y la amplitud del parque han permitido que el recinto se consolide como el punto más multitudinario de las fiestas patronales barcelonesas. Para evitar que se repitieran aglomeraciones como las registradas el año pasado, en esta edición se instalaron unas vallas que debían regular el acceso de los ciudadanos. Sin embargo, el ir y venir de espectadores no ha llegado a producir el temido colapso.
Por otro lado, la oferta musical ha sido tan variada que los ciudadanos se han ido repartiendo por los distintos escenarios del parque en función de sus preferencias musicales. Los más jóvenes optaron el domingo por la noche por la música enlatada de la discoteca; los amantes de la electrónica, por el saber hacer de Dj Maadraaso y el resto de jóvenes se repartían entre las actuaciones de los españoles Celtas Cortos y La Caja de Pandora, el pop de Deluxe y los himnos guitarreros de Ghosts.
En cuanto fueron terminando los conciertos en el centro de la ciudad, aquellos que todavía tenían ganas de fiesta se encaminaron hacia el Fórum. Allí el relevo de jóvenes era constante, pero se produjo a lo largo de la noche de manera escalonada y sin agobios. La mayoría de ciudadanos echaron mano del metro, que no registró las aglomeraciones del año pasado pero que ha funcionado sin descanso durante 91 horas. Ayer se estimaba que ha registrado cerca de cuatro millones de desplazamientos desde el viernes.
A falta de conocer las cifras de participación en la cabalgada y el piromusical, que se celebraron noche, el Ayuntamiento ha cifrado en 1.600.000 personas las que han asistido a alguna de las 600 actividades que había programado este año la Mercè.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Martes, 25 de septiembre de 2007