El proyecto de Carlos Ferrater, protagonista del último y más reñido debate, es un estadio abierto con una cubierta de cables pretensados y una piel audiovisual. En su contra tenía el derrocamiento de la famosa tercera gradería y la pérdida de localidades durante las obras.
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* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 26 de septiembre de 2007