Los índices de la mayoría de los mercados de valores reflejan claramente el criterio de los inversores ante una situación que, a algunos, se les ha ido de las manos. Según algunos análisis, tras la euforia por la rebaja de los tipos de interés en Estados Unidos se ha vuelto a los planteamientos previos, es decir, a la incertidumbre sobre el futuro de la economía que ayer creció algunos puntos más ante los datos macroeconómicos publicados en Alemania y Estados Unidos.
Los mercados han entrado en una especie de fase de congestión en la que las operaciones no se realizan con la fluidez de los días anteriores, al menos no a los precios que quieren los vendedores, lo que ha dado paso a un retroceso general de los índices.
El Ibex 35 perdió ayer el 1,26% con demasiada facilidad y vuelve a la zona de los 14.300 puntos, ya más cerca de los soportes y, por tanto, con los inversores algo más nerviosos. El índice de las empresas medianas cedió el 1,45%, y el de las de menor tamaño, el 1,16%.
El retroceso de la confianza empresarial en Alemania en el mes de septiembre, junto con el descenso de la confianza de los consumidores estadounidenses en ese mismo mes y la caída de la venta de viviendas de segunda mano en agosto, pesaron más en el ánimo de los inversores que el descenso del precio del petróleo.
En el mercado español apenas hubo oposición ante la batería de malos datos, aunque al menos el Banco Santander anunció que pagará su segundo dividendo a cuenta tal y como estaba previsto, es decir, con un incremento del 15% sobre el pagado el año anterior, lo que hizo que sus acciones resultaran menos castigadas que las del resto del sector.
La contratación en el Mercado Continuo descendió en casi 2.000 millones de euros, aunque las operaciones del "mercado abierto" superaron en 1.000 millones a las del día anterior.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 26 de septiembre de 2007