La policía local de Lugo sustituye con diálogo y advertencias las sanciones por infracciones menos graves en materia de tráfico. De esta forma aplican lo que denominan "política de brazos caídos", para protestar por la falta de entendimiento salarial con el gobierno local, al que reclaman para todos los agentes un plus de 180 euros mensuales en concepto de nocturnidad.
Los sindicatos policiales anunciaron que esta situación se mantendrá "el tiempo que haga falta", con lo que la conflictividad llegará hasta las fiestas de San Froilán, que se celebrarán del 4 al 12 de octubre. El alcalde, José López Orozco, expresó ayer su confianza en la profesionalidad de la Policía Local, para que estos días no se produzcan situaciones de incomodidad para las miles de personas que acuden a la ciudad en los días festivos.
Sin embargo, fuentes sindicales admitieron que es "muy probable" que existan problemas en el control del tráfico rodado, aspecto éste en el que la policía local tiene encomendadas todas las competencias y rechazaron el argumento de apelar a su profesionalidad. "No se puede estar siempre con el tema de la profesionalidad encima de la mesa, cuando luego resulta que no nos pagan la nocturnidad", precisaron las mismas fuentes.
Mientras tanto, la ciudad no dispuso, por segundo día consecutivo, de policías patrullando en moto. Los agentes motorizados se niegan a utilizar este medio en tanto no reciban ropa adecuada para su trabajo, e incluso algunos van más lejos y ya anunciaron que no recogerán la ropa hasta que no se solucione el conflicto de la nocturnidad. El PP ha calificado la situación de "insostenible".
* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 26 de septiembre de 2007