Hugo Chávez parece estar dispuesto a anotar su nombre en el Libro Guinness de los Récords. Ocho horas seguidas se mantuvo hablando el presidente venezolano en su programa dominical de radio y televisión Aló, presidente. De esta forma, el jefe del Estado batió su propia marca de 7 horas y 46 minutos y ya ha anunciado que su próxima meta atlética son las 10 horas.
El programa del domingo se realizó en las instalaciones del complejo petroquímico El Tablazo, en el Estado de Zulia, cuyo gobernador es el opositor Manuel Rosales, rival de Chávez en las elecciones presidenciales de 2006. El eje de esta suerte de telemaratón presidencial fue un ambicioso plan de desarrollo petroquímico para los próximos años. Pero el presidente habló de todo un poco, interpretó varias canciones y hasta declamó el poema Canto a Bolívar, que el chileno Pablo Neruda dedicó al libertador venezolano.
En esas ocho horas, Chávez sólo estuvo fuera de micrófono unos pocos minutos, los correspondientes a algunos vídeos de promoción de obras. El programa, transmitido por los canales y radioemisoras públicos, comenzó a las once de la mañana y terminó a las siete de la tarde, cuando ya oscurecía.
Chávez evidencia su capacidad ilimitada para hablar en público, pero la prueba de resistencia es también para su equipo, que debe afrontar los constantes cambios que hace el presidente en el guión. El desafío es extensivo al público que asiste al plató, entre quienes siempre se encuentran ministros y altos cargos. Todos ellos deben permanecer sentados y muy pendientes de las reflexiones presidenciales, pues Chávez acostumbra a interrogar a sus subalternos. Si Chávez entra en el Guinness, también debería reconocerse el mérito de quienes lo escuchan.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 26 de septiembre de 2007