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CARTAS AL DIRECTOR

Prolíficos roedores

Cuando el hombre interviene en la naturaleza, casi siempre es para estropear algo. Y es que la naturaleza es sabia, tiene sus leyes, y casi siempre se las apaña sola para mantener los equilibrios.

Si nos referimos a la actual plaga de roedores que está quitando el sueño a muchos agricultores y la mismísima Junta de Castilla y León, cabría preguntarse por lo que hayamos podido hacer mal para que hoy suframos la mencionada plaga. Y quizá debiéramos reflexionar sobre los efectos negativos que sobre la cadena trófica tienen o han tenido las fumigaciones masivas con herbicidas y plaguicidas, o los venenos, trampas y batidas contra depredadores que se alimentan de estos roedores.

Tal vez en estas temerarias actuaciones esté la respuesta al problema actual de la plaga de topillos. Y con la actuación más que dudosa de la junta, aplicando veneno de forma masiva, volvemos a incurrir en otro nuevo error, que posiblemente arregle el problema de forma provisional pero lo complique a largo plazo.

* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 26 de septiembre de 2007