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CARTAS AL DIRECTOR

Renfe 'versus' discapacidad

Cualquier persona en silla de ruedas que vaya a viajar en tren tiene que avisar con una antelación mínima de 48 horas y además tiene que haber plataforma mecánica para acceder y bajar del vagón. En la estación de origen y en la de destino, si no se dan estos requisitos, no le ayudan, ni le permiten subir al tren, según se recoge en un acuerdo firmado por Renfe y las entidades CERMI (Comité Español de Representantes de Minusválidos) y la Fundación ONCE.

Con este acuerdo, Renfe niega la igualdad de derechos para viajar a los que tienen mayores dificultades de movilidad para desplazarse, que van o vienen de estaciones de segunda categoría, y niega la urgencia que puede tener una persona para trasladarse.

Anterior a esta norma, a través del departamento de Atención al Cliente o en la oficina del jefe de estación, se encargaban de organizar, sobre la marcha, el desplazamiento de la persona en silla de ruedas, a la vez que avisaban al lugar de destino.

Renfe da marcha atrás en la mejora de la accesibilidad al transporte en un país que pertenece a Europa, pero que en derechos y servicios para los discapacitados está en la prehistoria.

* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 28 de septiembre de 2007