Un tubo de pasta de dientes fue lo último que produjo ayer la fábrica de La Toja, propiedad de la multinacional Schwarzkopf & Henkel, antes de apagar definitivamente las máquinas. Esta factoría, situada en el municipio coruñés de Culleredo, era la única que mantenía la firma alemana en España. A partir de ahora, solamente los geles de ducha, de marcas tan conocidas como Fa o La Toja, serán confiados, según fuentes de Schwarzkopf & Henkel, a "un fabricante proveedor" con sede en España.
El resto de los productos de la casa, desde los dentífricos hasta las gominas, pasando por la crema de afeitar o las sales de baño, serán fabricados en el extranjero, en las plantas que posee la marca en Alemania y Eslovenia.
Hacía ya una década que el producto más famoso de la marca La Toja, el jabón con sales minerales extraídas del agua termal de la isla de A Toxa, había trasladado su producción a Polonia desde la factoría de Culleredo. Originalmente, este jabón se empezó a fabricar, de la mano del marqués de Riestra, José Riestra López, en la propia isla en el año 1905. Pero antes de la Guerra Civil, la producción se trasladó a A Pasaxe (afueras de A Coruña). Entonces, el propietario de la marca era ya el conde de Fenosa, Pedro Barrié de la Maza, el mismo que años después llevó la fábrica a Culleredo.
Según Schwarzkopf & Henkel, lo único que seguirá siendo gallego en el jabón y el gel de La Toja serán las sales minerales, que continuarán extrayéndose del agua de la isla. La empresa negocia ahora la venta de la factoría, e intentará que los compradores recoloquen a la plantilla.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Sábado, 29 de septiembre de 2007