El todavía presidente del PNV, Josu Jon Imaz, siguió ayer la intervención de Juan José Ibarretxe con semblante serio. Contemplaba cómo el lehendakari, en el último tramo de su tercer mandato, daba rienda suelta a su política soberanista. Ibarretxe reventaba, al compás de las 31 páginas que leyó en el Parlamento vasco, el discurso moderado y la estrategia que ha defendido en los últimos meses el presidente de su partido.
Tanto en actos públicos como, sobre todo, en tribunas de prensa, Imaz ha mostrado sus dudas de que una consulta popular sea necesaria mientras ETA no haya abandonado definitivamente la violencia puesto que daría alas a la banda terrorista. Una posición que siempre se ha topado contra el muro soberanista del PNV, liderado en los últimos años por Ibarretxe y Joseba Egibar, y que llevó el pasado 12 de septiembre al presidente peneuvista a renunciar a competir por revalidar su cargo.
Durante este tiempo se ha especulado con que la salida de Imaz iría acompañada de la de Egibar y la del propio lehendakari. Nada más lejos de la realidad.Aunque el líder del PNV en Guipúzcoa ya ha confirmado que no será candidato a la presidencia del partido, Ibarretxe demostró ayer que piensa llevar hasta sus últimas consecuencias una estrategia que inició en 1999 durante su primer mandato como lehendakari.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Sábado, 29 de septiembre de 2007