Más de 500 personas, al menos un tercio de ellas niños y jóvenes, marcharon ayer por San Cristóbal, en Villaverde, para pedir más seguridad y actividades sociales para que sus hijos no tengan la calle como único lugar de ocio. Es un barrio joven: más de la mitad de los vecinos tiene menos de 35 años y casi la mitad (41%) es inmigrante. Es el barrio con más extranjeros de Madrid.
Varios vecinos mantienen que hay bandas organizadas, armadas de cuchillos, y que raro es el día que alguien no comenta algún problema. "Los delincuentes no tienen nacionalidad", asegura Prado de la Mata, presidenta de la asociación de vecinos. "Necesitamos que el Ayuntamiento, la Comunidad y el Gobierno busquen un plan integral".
* Este artículo apareció en la edición impresa del Sábado, 29 de septiembre de 2007