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FITOSANITARIOS | ALMERÍA | El futuro plan de salud ambiental

Más controles

José Luís Martínez Vidal pertenece al grupo de Investigación Química Analítica de Contaminantes de la Universidad de Almería y también es socio tecnológico de la empresa de Base Tecnológica LAB, que analiza residuos de plaguicidas en frutas y hortalizas. "En la actual campaña existe un compromiso colectivo por la producción de productos hortícolas limpios de residuos", argumenta.

En la última campaña de Almería, donde la producción integrada no llega al 25% de las 48.000 hectáreas cultivadas, se han declarado varias alertas sanitarias en Europa por la aparición de sustancias tóxicas no autorizadas en hortalizas de la provincia, lo que sacó a la luz un mercado negro de plaguicidas.

El investigador admite que los plaguicidas tienen efectos diversos sobre la salud, pero señala que afectan "especialmente" a trabajadores agrícolas sin buena protección. "Lo importante es llevar a cabo un buen control de las condiciones de trabajo, de las partidas que se ponen a la venta y de su presencia en el medio ambiente, particularmente en el medio hídrico", sostiene.

Andalucía fue en 2006 la comunidad que más productos fitosanitarios consumió, según la Asociación Empresarial para la Protección de las Plantas. El auge de la agricultura intensiva en provincias como Almería y Huelva está detrás de esta demanda. El impacto potencial de los plaguicidas sobre la salud y el medio ambiente ha llevado a la Comisión Europea a preparar un nuevo reglamento para aumentar la seguridad.

Un estudio mostró que los plaguicidas están presentes en el 10% de los alimentos. A través de la comida, viajan hasta lugares insólitos: una investigación del hospital San Cecilio de Granada evidenció la presencia de pesticidas en las placentas de 150 mujeres que vivían en zonas de invernaderos.

* Este artículo apareció en la edición impresa del Domingo, 30 de septiembre de 2007