En estos tiempos que corren, un artículo como el que publicó el jueves EL PAÍS, firmado por Antonio Estella, parece un chiste. Bajo el título Ayudemos a Estados Unidos a ser lo que fue, el autor nos habla de la obligación moral que tenemos los españoles de ayudar a la mayor potencia mundial en sus momentos de crisis. Y lo hace argumentando que los Estados Unidos nos han ayudado en tantas ocasiones que no es necesario recordarlo. Así, sin detalles.
Supongo que se refiere al trueque de leche en polvo por bases militares de mediados del siglo pasado o a la no intervención en favor de la República y posterior bendición del régimen franquista. Tampoco le entiendo muy bien cuando afirma que "Estados Unidos fue el origen de muchas cosas de las que disfrutamos, como la democracia y los derechos humanos". En cuanto a la democracia, yo siempre he creído que la inventaron los griegos; y en lo tocante a la declaración de los derechos humanos, lo siento, pero es de origen francés. Aunque, claro está, este último punto de los derechos humanos podríamos planteárselo a los presos de Guantánamo o a los indios norteamericanos, por ejemplo.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Domingo, 30 de septiembre de 2007