El Portavoz de Educación de IU en Andalucía, Ignacio García, calificó ayer de "poco creíble" la medida anunciada por el presidente de la Junta de Andalucía, Manuel Chaves, de dar ayudas de hasta 6.000 euros al año a los alumnos que terminen la educación obligatoria para que sigan estudiando en bachillerato. Esta promesa electoral, que se concedería en función de la renta del alumno y entraría en vigor si el PSOE gana los comicios autónomicos del próximo mes de marzo, intentaría reducir la cifra de alumnos, del 37%, que dejan de estudiar después de la enseñanza obligatoria. IU recibió este anuncio con "escepticismo y prevención", pues, además de tener un "claro tufillo electoral", pueden tener "efectos contraproducentes en el sistema educativo".
En un comunicado, García aseguró que la motivación al estudio "ni se compra ni se vende", pues "forma parte de un proceso de maduración y educación personal que arranca desde el nacimiento con efectos acumulativos". Según el portavoz de Educación, si no se ha desarrollado convenientemente en primaria y en la ESO, las lagunas de conocimiento, el rechazo al proceso educativo y la falta de integración "llegan a ser tan importantes que en ningún caso se compensan con incentivos económicos". Pero la principal preocupación de IU es que estas medidas, "un tanto demagógicas", supongan en la práctica una "merma" de recursos para mejorar la calidad del sistema, con menos alumnos por clase y más profesionales en las aulas.
Por su parte, el Partido Andalucista y el PP de esa comunidad criticaron también la promesa, por considerar electoralista. "Lejos de incentivar el estudio, va en contra de la calidad en la enseñanza y desincentiva el esfuerzo y el mérito", aseguró el secretario general del PP-A, Antonio Sanz.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Lunes, 1 de octubre de 2007