La Ertzaintza impidió ayer el acceso de vehículos al monte Besaide, en la confluencia de Vizcaya, Álava y Guipúzcoa, donde la organización ilegal de la izquierda abertzale Ekin había convocado un homenaje a los etarras muertos. El acto, que estaba prohibido por la Audiencia Nacional, no llegó a celebrarse.
El fuerte despliegue de la Guardia Civil y la presencia de varias unidades de la policía autonómica impidieron también las pretensiones de la organización de trasladar el acto al monte Artxanda, en las proximidades de Bilbao, donde sí protagonizaron una pequeña concentración, pero sin referencias visibles a ETA. En medio de una fuerte presencia policial, jóvenes de la izquierda abertzale realizaron una ofrenda floral y entonaron el Eusko Gudariak frente a la escultura levantada en Artxanda en recuerdo a los gudaris (soldados vascos) que lucharon allí durante la Guerra Civil, según informa Efe.
Estos actos se enmarcan en el Gudari Eguna (Día del soldado vasco). Con motivo de esta celebración y en plena tregua, tres encapuchados, dos de ellos armados con fusiles, aparecieron el pasado año en las campas de Aritxulegi, cerca de Oiartzun (Guipúzcoa). Allí leyeron un mensaje de ETA que decía que "la lucha no es el pasado" y que se interpretó como la primera señal de alarma de que el proceso de paz no pasaba por buen momento.
La organización terrorista subraya un año después en su boletín interno Zutabe que "sólo cuando los partidos cierren un acuerdo político resolutivo se darán las condiciones políticas para retomar el proceso negociador y para que ETA active sus compromisos de alto el fuego". "Los mínimos" que debe recoger ese pacto son los que la banda viene defendiendo desde el principio: la territorialidad y la autodeterminación, según recoge el resumen del boletín publicado ayer por el diario Gara.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Lunes, 1 de octubre de 2007