Las dosis de fútbol que la sociedad española inyecta en sus venas altera de tal modo su comportamiento que debiera dar lugar a la creación de un Observatorio sobre la Futbolpatía, que pusiera en evidencia las consecuencias sobre el individuo y la colectividad de una patología cuyos síntomas más sangrantes son el deterioro de la visión de las prioridades socioculturales, las neurosis que desequilibran el nivel de implicación en el desarrollo de conductas inteligentes, en lo social, particularmente en lo laboral, y, sobre todo, el heliocentrismo que genera en la comunicación.
El "sistema fútbol", entendido como estilo de vida, es capaz de desplazar a segundo término cualquier consideración relevante en la conversación de la persona con la realidad, su comprensión y la adecuación de la conducta a las exigencias de una comunidad que necesita crecer de modo sostenido y sostenible: una amnesia sangrante que estamos pagando con nuestros índices de cultura, de productividad, de salud mental.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Lunes, 1 de octubre de 2007