El líder de Convergència Democràtica, Artur Mas, reconoció ayer ante la Ejecutiva de su partido que la crisis sufrida con sus socios de Unió Democràtica -que preside Josep Antoni Duran Lleida- a mitad de septiembre ha sido la más grave de la federación nacionalista CiU desde su constitución en 1978. Mas señaló que el conflicto fue de tal gravedad que si se repitiera en el futuro sería difícil de "reconducir" y abocaría a CiU a la ruptura de forma irremediable. Para evitarlo, llamó a cerrar filas en torno a la candidatura de Duran en las elecciones generales de marzo.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Martes, 2 de octubre de 2007