La alcaldesa de Valencia, Rita Barberá, asegura que la riada del 14 de octubre de 1957 "fue una fecha trágica para la ciudad, pero también un punto de inflexión que le ha permitido resurgir de los lodos hasta convertirse hoy en un referente entre las ciudades más bellas del mundo". Barberá asistió ayer a la presentación de la exposición Hasta aquí llegó la riada. Valencia y el Turia. 1957-2007. La alcaldesa, en el acto celebrado en L'Almudí, resaltó que la ciudad supo "luchar y levantar la voz para que desde el Gobierno [de Franco] se acometieran obras importantes que permitieran el resurgir de la nueva Valencia". Las críticas por las escasas ayudas del régimen franquista para paliar los efectos de la riada, se tradujo en la destitución del entonces alcalde de Valencia, Tomás Trénor, marqués del Turia; y del director del periódico Las Provincias Martí Domínguez.
El Ayuntamiento de Valencia ha programado la exposición Hasta aquí llegó la riada, que permanecerá abierta en el Almudín del 8 al 25 de noviembre para conmemorar el 50 aniversario de la catástrofe. Hasta aquí llegó la riada es la leyenda que, junto a una marca o muesca hecha en la pared, pusieron los vecinos en sus viviendas o comercios para indicar la altura que alcanzaron las aguas en aquellas inundaciones de 1957 y que, en algunos casos, llegaron a los dos metros. Algunas de estas marcas todavía existen en la actualidad. Además, el Ayuntamiento de Valencia inaugurará el 8 de octubre un monolito conmemorativo con la inscripción: "A la capacidad del pueblo valenciano para resurgir de las catástrofes y las adversidades". Con estas actividades se pretende, según recordó la alcaldesa, "rendir también homenaje al coraje de los valencianos y a quienes tanto ayudaron" a la recuperación de la normalidad ciudadana, desde instituciones como el Ejército, a medios de comunicación, como Radio Juventud de Murcia (con su campaña para recaudar fondos), y personajes famosos, como Carmen Sevilla y Sara Montiel. El 14 de octubre de 1957 el Turia registró dos avenidas que causaron 89 fallecidos y pérdidas por valor de 4.426 millones de pesetas.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 3 de octubre de 2007