El senador del Partido Popular y ex presidente de la Diputación de Lugo los últimos 24 años, Francisco Cacharro, no repetirá como candidato al Senado por "coherencia" y "falta de sintonía" con su partido. Cacharro ha expresado profundas desavenencias con la política del PP, que le empujaron a desmarcarse de la dirección y a no participar en la pasada campaña de elecciones municipales.
Más que una reforma del psiquiátrico, "lo que hace falta es otro hospital nuevo"
Tras su salida de la Diputación. era muy esperada la primera aparición pública de Cacharro. Y fue ayer, en uno de los actos de la fiesta de la policía que se celebró en la Subdelegación del Gobierno, donde respondió como un rotundo "no" a la posibilidad de repetir como candidato al Senado.
Cacharro siempre mostró un especial apego al puesto en la Cámara Alta, con el argumento de que era uno de los pocos senadores constituyentes que aún queda en activo. Pero el político lucense está decidido a abandonar esta actividad y dijo que así se lo había comunicado al presidente provincial del partido, Xosé Manuel Barreiro, cuando hace un año le esbozó la posibilidad de repetir como candidato.
"Hay una falta de sintonía con el partido, no estoy de acuerdo con la línea que están siguiendo y no sería coherente presentarse en las listas, aunque me lo habían propuesto inicialmente", resumió. Pese a las discrepancias, Cacharro no quiso pronunciarse acerca de la posibilidad de causar baja como militante en el partido que contribuyó a fundar. Es más, pidió a los periodistas que no interpreten sus palabras. "Lo que dije, sólo quiere decir lo que acabo de decir y no digo nada más", precisó.
Cacharro también aprovechó para defenderse de los ataques que recibió en los últimos días del bipartito (PSOE-BNG) que ahora gobierna la institución provincial. De esta forma, quiso dejar claro que no existe "nada ilegal" en las adjudicaciones que bajo su mandato se realizaron en los últimos meses e instó a los nuevos regidores a que, si así lo creen, que lo denuncien. "Lo que es una ilegalidad es estar interrumpiendo obras, al margen de que están causando un daño al dejar pasar la mejor época para poder trabajar", recriminó a los nuevos gobernantes.
Tampoco admitió las críticas acerca del almacenamiento de 30.000 libros en los sótanos de la Diputación. "¿Es que todas las editoriales, y la Diputación lo es, venden todos sus libros al día siguiente de sacarlos de la imprenta?", argumentó. Sí econoció que se editaban "muchos" libros y consideró "lógico" que se encuentren almacenados para su venta, "Es la normalidad, apostilló.
Sobre el mal estado del hospital psiquiátrico que tutela la Diputación de Lugo en la localidad de Castro Riberas de Lea, Cacharro dijo que ya en su día había transmitido a la conselleira de Sanidad que el centro no reunía las condiciones de homologación. Además, matizó que todos los internos son asegurados del Servicio Galego de Saúde (Sergas), es decir, "son asegurados de la consellería y yo comuniqué que lo que hace falta, más que una reforma, es hacer otro hospital nuevo".
A la conselleira, "le dije claramente que lo que debían hacer era clausurar el centro y trasladar los enfermos a otro lugar". "También le di otras alternativas. Por lo tanto, lo que no se nos podía exigir es, sin tener competencia, que construyéramos otro nuevo y que encima el Sergas no nos pagara las estancias de los pacientes", concluyó.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 3 de octubre de 2007