Cuando Laudrup fichó por el Getafe, el técnico danés incidió en que el equipo debía centrar sus esfuerzos en la Liga. La Copa de la UEFA era una guerra secundaria. Una competición a la que debían enfrentarse como quien recibe un premio inesperado. Sin embargo, los malos resultados conseguidos en el campeonato doméstico, en el que el conjunto madrileño no conoce la victoria y ocupa el penúltimo puesto (tres goles en seis jornadas), confieren al torneo continental un nuevo cariz. Por un lado, el engorro de disputar un partido entre semana afecta al descanso y a la recuperación de los futbolistas; pero por otro, puede ser la terapia perfecta para recuperar el buen tono y dejar atrás lo que empieza a parecerse a una obsesión: la falta gol.
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El Getafe se mide hoy al Twente holandés (20.45) con la ventaja del 1-0 conseguido en la ida, hasta la fecha la única victoria en partido oficial. Sirvió también para que el nigeriano Uche, la gran apuesta ofensiva de esta temporada, anotara su primer y, de momento, único gol. Al contrario de lo que le sucede en la Liga, se jugó mal pero se ganó. Laudrup cuenta esta vez con Granero y De la Red, ausentes en la convocatoria frente al Madrid, para desatascar el juego. Abbondanzieri también ha entrado en la lista, aunque parece que Ustari tendrá una nueva oportunidad en la portería. Cotelo tendrá que ocupar el lateral derecho por las bajas de Contra, que ha vuelto a lesionarse, y Cortés. Y arriba, Kepa o Del Moral y el propio Uche para romper la maldición.
Enfrente, un Twente que, pese a su mayor experiencia en competiciones europeas, mostró muy poco nervio en su visita al Alfonso Pérez. Su situación en la Liga es opuesta a la del Getafe. Viven plácidamente en la cuarta plaza de la Eredivisie, la misma en la que terminó la pasada temporada.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 4 de octubre de 2007