El capitán y el oficial que estaba al timón del barco mercante Don Pedro cuando se hundió ante el puerto de Ibiza, el pasado 11 de julio tras embestir un islote señalizado, han quedado imputados por un posible delito contra el medio ambiente y otro de daños y serán investigados por sus posibles responsabilidades en la contaminación provocada, los perjuicios a sectores económicos afectados y los gastos de la descontaminación.
El fiscal Adrián Salazar, especializado en cuestiones medioambientales, ha ordenado al Servicio de Protección de la Naturaleza de la Guarda Civil que investigue las circunstancias en que se produjo el accidente y las repercusiones del vertido sobre la fauna y el medio. Durante más de dos semanas, los restos de fuel llegaron a tres playas de Ibiza. El pecio del Don Pedro, de la naviera Iscomar, se halla ahora a 45 metros de profundidad, en el entorno del parque natural de Ses Salines, cerca de las praderas de posidonia declaradas patrimonio de la Humanidad de la Unesco. Aún no ha concluido la descontaminación del barco hundido.
El juez instructor del caso, José Espinosa, ha citado al capitán y al oficial timonel para que comparezcan en noviembre. Los dos imputados se culpan mutuamente del grave accidente y ofrecen versiones contradictorias sobre lo ocurrido.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Sábado, 6 de octubre de 2007