Catorce años después y de nuevo con Italia como escenario, la selección española femenina volverá a jugar la final del Campeonato de Europa. Será hoy, frente a la todopoderosa Rusia (19.30, Teledeporte), una selección que ha mostrado una superioridad apabullante durante todo el torneo, que machacó ayer a Letonia (67-36) en las semifinales y que ya venció a España en la fase de grupos. La plata es un gran éxito para Valdemoro, Aguilar, Martínez y compañía. Pero para las jugadoras de Evaristo Pérez nada parece ser suficiente. Su carácter les impide bajar los brazos y esperan, agazapadas, dar la sorpresa ante el gigante eslavo.
Bielorrusia resultó, como se esperaba, un rival incómodo. Un equipo que ha ido de menos a más en el campeonato. Ha sido la gran sorpresa de este Europeo, eliminando en los cuartos a la República Checa, la actual campeona. Su juego rápido, con transiciones vertiginosas y basado en el acierto del perímetro, resultó un incordio. Un fulgurante parcial de 7-0 a su favor anticipaba lo que iba a ser la tónica del partido: baloncesto ágil, a golpe de impulsos y racheado. A las jugadoras españolas, algo nerviosas en el comienzo, les costó asentarse. Pero en cuanto ajustaron la defensa y cerraron el rebote fueron imponiendo su velocidad y su superioridad física. En esos primeros instantes desempeñó un papel fundamental la pívot valenciana Anna Montañana, que está firmando un extraordinario campeonato. Ella y Amaya Valdemoro sostuvieron el vendaval de triples de Bielorrusia y permitieron que España, poco a poco, fuera encontrando el ritmo y cogiendo tono.
BIELORRUSIA 54 - ESPAÑA 70
Bielorrusia: Padabed (7), Volnaya (7), Veremeenko (9), Trafimaya (2), Kress (0) -cinco inicial-, Snytsina (3), Drozd (3), Anufryenka (2), Leuchanka (5), Troina (10) y Marchanka (6).
España: Aguilar (9), Palau (2), Valdemoro (12), Pascua (4), Montañana (14) -cinco inicial-, Camps (5), Lima (5), Sánchez (9), Martínez (2), Morales (2), Herradas (2) y Zurro (4).
Arbitros: Vojinovic (Serbia), Ciulin (Rumania) y Mogulkoc (Turquía). Sin eliminadas.
Unos mil espectadores en Chieti (Italia).
1º CUARTO: 15-18
2º CUARTO: 15-15
3º CUARTO: 15-19
4º CUARTO: 9-18
Todo lo contrario que las bielorrusas, que se desinflaron a medida que avanzaba el partido. Lo que comenzó como un juego brioso, alegre y desenfadado acabó por convertirse en baloncesto deslabazado e impreciso. El descanso no les sentó bien porque el inicio del tercer cuarto fue el punto de inflexión que les sentenciaría a la derrota. La defensa española, con continuas ayudas, acabó por fundirles las ideas en el ataque y las rotaciones que Evaristo Pérez ponía en práctica funcionaban como la seda. El triángulo ofensivo formado por Aguilar, Valdemoro y Montañana finiquitó el choque.
Una victoria en la final ante Rusia tendría un doble valor: no sólo se repetiría el éxito de hace 14 años, ante Francia, sino que se conseguiría la clasificación directa para los Juegos Olímpicos de Pekín.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Domingo, 7 de octubre de 2007