La primera respuesta de los abertzales a la detención de la cúpula de Batasuna ya está en la calle. Grupos de jóvenes encapuchados atacaron entre la noche del sábado y la tarde de ayer cuatro cajeros automáticos en Bilbao y dos en Alsasua (Navarra), localidad donde también arrojaron artefactos incendiarios contra la sede de UGT. Los atentados más graves fueron la quema de un autobús público (en la foto) en Gorliz (Vizcaya), a las tres de la tarde -con un coste de unos 200.000 euros-, y el ataque con líquido inflamable contra la vivienda del alcalde de Rentería (Guipúzcoa), Juan Carlos Merino (PSOE).
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* Este artículo apareció en la edición impresa del Lunes, 8 de octubre de 2007