Mi padre, teniente en el Ejército republicano en la Guerra Civil, fue condenado en el año 1939, a seis años de prisión por auxilio a la rebelión.
Dado que el motivo de su condena era y es radicalmente falso, ya que no participó en ninguna rebelión y se mantuvo siempre fiel al Gobierno legítimamente constituido y dado que la justicia tiene como objetivo la búsqueda de la verdad, no entiendo cómo no se consideran nulas todas estas sentencias.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Martes, 9 de octubre de 2007