A la caída de la tarde, cuando se rompe el ayuno, cientos de palestinos se dirigen a sus hogares a través de la puerta de Damasco (Jerusalén), en la imagen. Mientras, la indignación crece entre muchos de los habitantes de Jerusalén Este ante la nueva expropiación de tierras palestinas por el Gobierno israelí para construir una carretera hasta Jericó.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 11 de octubre de 2007