La Ciudad Nacional de la Inmigración, en la foto, un museo que pretende exaltar la aportación de los inmigrantes a la construcción de Francia, abrió ayer sus puertas en plena polémica por la política migratoria de Nicolas Sarkozy. La ausencia de miembros del Gobierno fue muy criticada.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 11 de octubre de 2007