Paulo Rebelo, el nuevo comisario de la policía portuguesa para la investigación del caso Madeleine, va a desplazar al Algarve a un equipo de cuatro o cinco inspectores desde Lisboa. Al mando irá un inspector jefe, y con él "habrá tres miembros de la brigada de homicidios y un par de hombres más de otras secciones", dijeron ayer a este diario fuentes policiales. Ese nuevo equipo trabajará "codo a codo" junto al que ha llevado el procedimiento desde el principio, añadieron esas fuentes, que consideran que la idea de Rebelo es "trabajar sin ideas preconcebidas, no dejar ni una sola puerta abierta, tapar todos los agujeros que pueda haber, y revisar cada pista y testimonio que haya podido pasar inadvertido y pueda resultar útil".
Aunque el director nacional de la PJ, Alipio Ribeiro, dijo ayer que todas las líneas de investigación siguen abiertas, fuentes cercanas a la investigación confirman que "la tesis central sigue siendo la misma, que la niña murió el 3 de mayo en el apartamento y alguien ocultó después el cadáver".
* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 11 de octubre de 2007