Los barceloneses sólo aprueban la actividad política de su alcalde, el socialista Jordi Hereu (5,01), y la del jefe de la oposición municipal, el convergente Xavier Trias (5), mientras que suspenden al resto de líderes municipales. El republicano Jordi Portabella saca 4,26; un 4 pelado, Imma Mayol, y un 2,91, Alberto Fernández Díaz. Así se desprende del sondeo elaborado por el Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS) sobre la situación poselectoral de Barcelona, mediante una encuesta basada en una muestra de 1.000 personas mayores de edad entrevistadas durante el pasado mes de junio, un mes después de las elecciones locales.
A pesar de que el margen de error del sondeo es del 3,2%, de entrada los barceloneses encuestados aseguran que votaron en un 69,2% de los casos, cuando la participación no superó el 50%. Sobre el recuerdo de voto, el 25,1% de los barceloneses asegura haber votado al PSC (lo hizo el 29,93%), mientras que apoyaron a CiU el 20,6% (realmente fue el 25,41%). El voto oculto del PP está claro y, según la encuesta, sólo el 7,3% de los barceloneses votaron a esa formación; la realidad fue que el PP tuvo el 15,63% de los electores de la ciudad.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 12 de octubre de 2007