Tres meses después de que el Departamento de Estado de EE UU informase al Congreso de que las obras de su nueva Embajada en Bagdad serían completadas en septiembre pasado, los responsables de las mismas aseguran ahora que se prolongarán indefinidamente. Numerosas dudas han surgido en torno a las medidas de seguridad de las instalaciones, cuya construcción estaba originalmente presupuestada en 600 millones de dólares (421 millones de euros).
* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 12 de octubre de 2007