Una docena de familias de la urbanización Cotoveta de la localidad alicantina de Mutxamel fueron desalojadas ayer de sus viviendas a causa de los daños provocados por el desprendimiento de varias piedras de gran tamaño desde un muro de contención cercano. La alcaldesa del municipio, Asunción Llorens, ha explicado que esta medida se ha adoptado como "precaución", después de que la Policía Local y el arquitecto municipal hubieran estudiado la situación.
Según Llorens, las piedras, algunas de las cuales también podrían proceder de la montaña situada tras el muro, se desprendieron, según los primeros estudios sobre el terreno, como consecuencia de las lluvias registradas estos días en la localidad. Los bloques de roca cayeron hasta las viviendas, que se vieron dañadas parcialmente, y hasta la piscina de la urbanización, en cuyo interior quedaron depositadas.
Fuentes del Consorcio Provincial de Bomberos han explicado que se desplazaron al lugar para vaciar el agua de la piscina, ante el temor de que ésta "reventara" y afectara a las viviendas. Llorens ha señalado que las familias desalojadas, en su mayoría jóvenes y algunas de ellas con niños, se han trasladado a domicilios de familiares y a un hotel de Alicante.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Lunes, 15 de octubre de 2007