Más de 130 vecinos de Vilarchán, en Pontecaldelas (Pontevedra) se han unido para adquirir en propiedad una vivienda unifamiliar y evitar así que una familia de gitanos, residentes en O Vao (Poio), se haga con ella. Esta familia había ofrecido 24.000 euros a la propietaria, que este sábado tomará una decisión definitiva tras reunirse con los vecinos de Vilarchán.
Los residentes de la zona aseguran que no se trata de racismo. La vivienda preside un robledal que rodea el campo de la feria, lugar de reunión para jóvenes y mayores. "El pasado domingo tuvimos que reunirnos todos dos veces de urgencia porque aquí estamos muy tranquilos y no queremos que nos estropeen esto", comenta una de las afectadas.
La tensión se reflejaba ayer en la propietaria de la casa, muy alterada ante una repercusión mediática que no acaba de encajar y enojada, además, con los tintes que está tomando la venta de la vivienda. Explicó que cuando ya había elegido tuvo que dar marcha atrás "por la expectación creada".
La mala fama que rodea el asentamiento de O Vao ha sido el detonante de la decisión del vecindario, ya que se trata de uno de los supermercados de la droga de Pontevedra, donde son frecuentes las redadas policiales.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Martes, 16 de octubre de 2007