En contra del tópico, los ancianos no son los que viven la delincuencia en las calles con más desazón. Los jóvenes se sienten el doble de inseguros. El 30% de las personas de entre 16 y 29 años dice haber sido víctima de algún delito, frente al 15% de los mayores de 65 años. Así se desprende de una encuesta elaborada por el Ayuntamiento de Barcelona, que muestra además que los vecinos de Horta-Guinardó y de Nou Barris son los que disfrutan de una mayor sensación de seguridad.
Existen dos varas para medir la delincuencia: la real -reflejada en las estadísticas policiales y judiciales- y la que perciben los ciudadanos. Las llamadas encuestas de victimización, que todos los años elaboran el Gobierno catalán y el Ayuntamiento de Barcelona, revelan el número de personas que dicen haber sido víctimas de algún delito, más allá de que lo hayan sido realmente. La comisión de Movilidad y Seguridad del consistorio barcelonés debate hoy los resultados de la encuesta relativos a 2006.
Uno de los datos que llaman la atención es que, a medida que avanza la edad de los encuestados, disminuye su sensación de inseguridad: casi el 30% entre adolescentes y jóvenes; el 26% entre los 30 y los 34 años; el 18% entre los 45 y los 64, y menos del 15% en el caso de los ancianos. Fuentes policiales argumentan que los jóvenes hacen un mayor uso del espacio público y disfrutan de más tiempo de ocio en la calle, por lo que se ven más expuestos a sufrir un incidente.
El índice de 2006 se eleva al 21,1%, frente al 20,7% del año anterior. El aumento de la sensación de inseguridad apenas es perceptible: del 0,4%. Las cifras están algo por encima de las globales para Cataluña, pero se corresponde con los datos (reales) que manejan los Mossos: más de la mitad de los delitos de 2006 se cometieron en Barcelona.
Tirones y robos de móvil
La mitad de los casos denunciados por los más de 4.000 encuestados hacen referencia a delitos contra la seguridad personal, que suelen darse en plena calle. La lista es amplia: robos de bolsos, carteras y teléfonos móviles (con o sin violencia), atracos y agresiones físicas, entre otros. Otro tercio de los ciudadanos dice haber sufrido algún robo en el interior de su coche, lo que también se corresponde con los datos: en lo que va de año han aumentado de forma espectacular los hurtos de GPS, radios y otros dispositivos electrónicos en vehículos estacionados. A una distancia mucho mayor -el 2,3% se declara víctima- se sitúan los robos en domicilios.
Por distritos, quienes viven en Ciutat Vella (27,3), Sarrià-Sant Gervasi (27) y Sant Martí (23) son los que se sienten más inseguros. Todo lo contrario que los de Nou Barris (15,4) y Horta-Guinardó (15,8), que viven de un modo más apacible en lo que toca a la delincuencia.
Los ciudadanos puntúan con el 6,1 el nivel de seguridad de sus propios barrios, mientras que rebajan a un aprobado justo (el 5,3) la nota global de la ciudad. El 40% de los encuestados opinan que la seguridad en Barcelona sigue igual que siempre, aunque crecen los que creen que ha empeorado: ahora son el 31%, 10 puntos más que en la encuesta de 2005.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 18 de octubre de 2007