El juez decano de Valencia, Pedro Viguer, denunció ayer dos de los graves problemas de los juzgados de la capital: la carga de trabajo que soportan los tres juzgados de ejecutorias, que se traduce en 12.000 sentencias pendientes de ejecutar, y el colapso de los juzgados de lo Contencioso-administrativo, que señalan para dentro de un año y medio como mínimo un asunto que acabe de entrar. Viguer, que intervino en el foro Inede-PricewaterhouseCoopers, explicó que la reforma de la ley en 2003, que amplió las competencias para estos juzgados que ven causas de los ciudadanos contra la Administración, ha dado entrada a un número de asuntos inasumible con los recursos actuales. Viguer estimó necesario también atender a las necesidades, ya problemas, que se plantean sobre todo en los juzgados de violencia sobre la mujer de pueblos.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Sábado, 20 de octubre de 2007