Algunos de los planes que en su día obtuvieron amplio respaldo electoral tienen beneficios para amplios colectivos con un leve impacto presupuestario. Cuando se implantan, surge la pregunta: ¿Los utilizan los ciudadanos? Los datos de usuarios son a veces desconcertantes. Es el caso del dentista gratis para los menores de 16 años -una promesa del presidente de la Junta de Andalucía, Manuel Chaves, en 2000- y los chequeos gratuitos para mayores de 65, otra medida lanzada por el equipo socialista en 2004. Los usuarios no llegan a suponer el 50% de los beneficiarios en ningúno de ellos. Los planes están ahí, quien se aproveche de sus ventajas, no tanto.
En Andalucía, la asistencia bucodental entre 6 y 16 años es gratis y este año cuenta con más de 9 millones de euros, el 0,1% del presupuesto total de la consejería de Salud (que en 2007 asciende a 8.687,55 millones de euros). El programa se está implantando progresivamente desde 2002 y actualmente pueden acceder a él los nacidos entre 1994 y 2001. De un total de 646.164 menores dentro de estos parámetros, en 2006 lo utilizaron 210.516 niños, el 32,58%, según los datos recabados por la Consejería de Salud.
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El niño tiene derecho a la revisión de su dentadura y el seguimiento facultativo necesario. Además, el servicio cubre ciertos tratamientos especiales por traumatismos o malformaciones de los dientes. La prestación da opción a elegir libremente el dentista de cabecera de un listado de 982 en toda la comunidad. ¿Y qué burocracias ha de llevar a cabo el beneficiario? Prácticamente ninguna, ya que recibirá en su domicilio el Talón de Asistencia Dental Anual e información sobre cómo se utiliza. Además, en los centros de salud, en la delegación provincial y en el teléfono de Salud responde facilitan información al respecto.
En cuanto a los chequeos médicos gratis a mayores de 65 años, los datos más recientes -de septiembre de este año- indican que de 1.165.000 personas, quienes utilizaron el servicio fueron 499.439. Un 42,87% desde que comenzase su aplicación en marzo de 2006, como muestran los datos de Salud. A quien se acerca a la consulta, se le mide la tensión arterial y pasa por pruebas analíticas, valoraciones de la agudeza visual y auditiva, pruebas para detectar problemas cardíacos, oncológicos o diabetes y posibles problemas de depresión, demencia o incontinencia urinaria.
Destacan las vacunaciones antineumocócicas a las 39.000 personas que viven en residencias y la ampliación de los screenings de detección de cáncer de mama a las 183.000 mujeres entre 65 y 70 años. El presupuesto para estos dos servicios, así como para la edición de folletos, carteles y guías explicativas es de 1,1 millones de euros.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Domingo, 21 de octubre de 2007