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CARTAS AL DIRECTOR

La letra pequeña de las ayudas

Leo que se ha aprobado el cheque-bebé, y me alegro de corazón por todas las familias a quienes les toque. Pero me gustaría avisarles de que se lean la letra pequeña, que indudablemente la habrá, y como ejemplo les cuento el mío: mi hijo tiene ahora casi tres años. Yo debería, por tanto, llevar más de treinta meses cobrando el chequecito de las madres trabajadoras: 100 euros mensuales. Bien, no los he cobrado ni una sola vez.

El primer año (2005), porque decidí dejarlos para cobrarlos juntos en la declaración de la renta, y en esa declaración el padre de mi hijo "se desgravó" todo lo correspondiente al niño. Nadie nos había dicho que hubiera requisitos para cobrar esa ayuda, y hoy (dos recursos denegados después) sigo batallando con la Agencia Tributaria porque me parece contrario al espíritu de la norma -su letra, según me explican los abogados y los propios funcionarios, es opinable- que el padre, si quiere, pueda impedir que la madre lo cobre.

El segundo año (2006), porque yo me desgravé todo lo correspondiente, y tampoco eso puede ser: si no se desgravan ambos progenitores a partes iguales, tampoco vale. Pero al padre de mi hijo nadie le impidió en 2005 desgravarse el 100%: sólo está prohibido cuando lo hace la madre. Absurdo, ¿verdad? Pues recurra usted: tiene razón, tiene argumentos, tiene hijo, tiene trabajo, tiene paciencia. Y en ello estoy: recurriendo... a la pataleta.

* Este artículo apareció en la edición impresa del Domingo, 21 de octubre de 2007