China dio ayer un nuevo paso en su particular carrera del espacio, al lanzar un cohete con una nave espacial no tripulada, que deberá entrar en órbita lunar el 5 de noviembre. El objetivo de la misión, que se prevé que dure un año, es efectuar un mapa tridimensional del satélite terrestre y analizar la composición de la superficie. Chang'e 1 comenzará a enviar fotos a finales de noviembre. El lanzamiento se produce después de que el mes pasado Japón enviara también una misión orbital a la Luna, y antes de que India haga otro tanto en abril del año que viene.
El despegue de la nave Chang'e 1 -llamada así en referencia a un personaje femenino de la mitología china que vive en el satélite- marca el primer paso del proyecto lunar del país asiático, que pasa por el descenso de una sonda en 2012, la recogida de muestras cinco años más tarde, y la bajada de astronautas hacia 2020.
Una muestra del fervor nacionalista que rodea al programa espacial chino es la inclusión en la nave de grabaciones del himno nacional y otras 31 canciones patrióticas.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 25 de octubre de 2007