Las medidas que tiene en marcha la Junta de Andalucía para luchar contra la desertificación del territorio vienen recogidas en el Plan de Medio Ambiente 2004-2010 y en el Plan Forestal de Andalucía. El objetivo principal es hacer compatible el mantenimiento e incremento de la producción de los montes andaluces con la protección y restauración del medio natural.
Entre las propuestas concretas que plantean ambos planes destacan la protección de los ecosistemas singulares y de especies en peligro de extinción; la restauración de los ecosistemas naturales degradados; la lucha contra los incendios, plagas y enfermedades forestales; y la utilización racional de los recursos naturales renovables.
Asimismo, ambos documentos abogan por compatibilizar el uso social, recreativo y cultural del monte con su conservación; por hacer realidad la diversificación del paisaje rural mediante la conservación y recuperación de enclaves forestales en zonas agrícolas; y por poner freno al despoblamiento de las zonas rurales.
Desde la Consejería de Medio Ambiente se considera que, dadas las circunstancias específicas de erosión y desertificación en determinadas zonas del territorio andaluz, la conservación de las masas forestales resulta también fundamental para retrasar la degradación del planeta y conseguir frenar el cambio climático.
La Junta aboga también por la implicación del sector privado forestal, la investigación, y el fomento de la educación ambiental y la participación social. El objetivo final es alcanzar el desarrollo sostenible de la superficie forestal andaluza, es decir, armonizar la protección, la conservación y el aprovechamiento de los recursos endógenos.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 26 de octubre de 2007