Con traje, levita, chistera, sombrero y siempre con corbata. Medio millar de ciclistas se vistieron (o se disfrazaron) con sus mejores galas para pasear anoche por el centro de Madrid. El colectivo Bici Crítica, que reivindica el uso de este vehículo de dos ruedas como transporte cotidiano, pretendía con esta acción demostrar que la bici no es incompatible con ir a trabajar y vestir bien. Unos 3.500 ciclistas utilizan habitualmente la bicicleta para desplazarse por Madrid. La marcha partió de Cibeles y finalizó en Puente de Vallecas, donde Bici Crítica, la organización que promueve este acto, celebró su tercer aniversario.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 26 de octubre de 2007