La mujer lituana de 35 años que el jueves apareció muerta en una vivienda en Torrevieja (Vega Baja) no fue asesinada. La autopsia realizada al cadáver de la mujer descartó ayer la muerte violenta, y la investigación apunta a que el fallecimiento se produjo como consecuencia de una hemorragia causada por una enfermedad, según fuentes de la misma.
Ayer por la mañana, la subdelegada del Gobierno en Alicante, Encarna Llinares, destacó que el cuerpo de la mujer no tenía "heridas por arma blanca" y consideró que "los rastros de sangre" encontrados en la habitación pueden obedecer a diferentes circunstancias, entre ellas "un vómito de sangre".
* Este artículo apareció en la edición impresa del Sábado, 27 de octubre de 2007