Tres operarios murieron el jueves en Grevenbroich, al oeste de Alemania, después de que se desprendiera una viga de acero y les arrastrara desde una altura de más de 100 metros, cuando trabajaban en la construcción de una central eléctrica. Las víctimas son dos ciudadanos eslovacos de 32 y 35 años y un checo de 25.
Los equipos de rescate consiguieron rescatar ayer al último fallecido, que había quedado suspendido por encima de sus compañeros, sujeto por una cuerda.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Sábado, 27 de octubre de 2007