Medio millar de personas se concentró ayer en la Puerta del Sol para decir "no" al racismo y para condenar la agresión a una menor ecuatoriana en el Metro de Barcelona, para cuyo autor pidieron "un castigo ejemplar". La protesta, organizada por más de una veintena de asociaciones sociales y de inmigrantes, contó con la presencia del embajador de Ecuador, Nicolás Issa Obando, que pidió una "vigorosa legislación antirracismo". Además, fue leído un comunicado que mostraba la confianza en la justicia "para que procese esta violenta agresión de forma adecuada" y se hacía un llamamiento a la sociedad para que tome "medidas eficaces contra el racismo y la xenofobia".
* Este artículo apareció en la edición impresa del Domingo, 28 de octubre de 2007