El presidente de la Xunta, Emilio Pérez Touriño, reivindicó ayer la necesidad de que sean las fuerzas políticas de Galicia, a través del Parlamento, las que tomen la iniciativa de reforma del voto emigrante y confirmó que ya encargó al conselleiro de Presidencia, José Luis Méndez Romeu, que contacte con PP, PSOE y BNG para ello.
El titular del Ejecutivo autónomo se mostró convencido de que los tres grupos parlamentarios serán capaces de presentar una propuesta conjunta para formular a las fuerzas políticas estatales pues "Galicia es la comunidad con más emigrantes".
Touriño apuntó que se debe abrir "un debate amplio en España" en torno al voto emigrante. Tras la aprobación de la reforma que concederá la nacionalidad española a los nietos de los emigrantes, subrayó que el cambio del sistema es un asunto "complejo, pero urgente".
En una entrevista concedida a Radio Galega, Touriño insistió en que cuando asumió la responsabilidad de gobernar, hace algo más de dos años, el proyecto de la Cidade da Cultura en Santiago estaba en ejecución, "con los edificios levantados y los que faltaban, adjudicados".
Por esa razón, subrayó, "la responsabilidad tiene nombres y apellidos", en alusión a los dirigentes del PP, "a pesar de que alguien, como el señor Feijóo pretende olvidarlo".
Irregularidades
Touriño también recordó que el informe del Consello de Contas sobre la gestión del proyecto de la Cidade da Cultura por parte de la anterior Xunta, que revela "irregularidades contables, opacidad y desviación del gasto", es "el más demoledor de una institución pública desde que hay autonomía" y expresó su confianza en que el Parlamento de Galicia cumpla con su función y establezca responsabilidades. Además, el presidente de la Xunta reafirmó su voluntad de transformar este "proyecto denostado" en un "icono de referencia en la Galicia del siglo XXI" y resaltó que se trata "de un trabajo de gran calado y extraordinariamente difícil", pero reiteró que constituye "un desafío" con el que espera cumplir.
El presidente gallego también subrayó que la comunidad gallega "está viviendo un momento dulce, sereno, de confianza en sí misma, de estabilidad social y política", y atribuyó "a la fuerza imparable de la ciudadanía" el proceso de avance y modernización de Galicia.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Lunes, 29 de octubre de 2007