Israel redujo ayer entre un 25% y un 29% el suministro de carburante a la franja de Gaza, considerada como una "entidad hostil", según fuentes palestinas y europeas. Este combustible sirve para alimentar la única central eléctrica que está operativa en el territorio.
Israel autorizó el 19 de septiembre pasado un plan de sanciones -reducción de combustible y electricidad- a los palestinos de Gaza en respuesta al lanzamiento de cohetes desde la franja. Hamás considera este castigo un "crimen de guerra".
* Este artículo apareció en la edición impresa del Lunes, 29 de octubre de 2007