El sector bancario español ha conseguido imponer el peso de sus resultados trimestrales y la Bolsa lo refleja logrando un nuevo máximo histórico en el Ibex 35, aunque sin excesivo apoyo por parte del resto de los sectores que conforman este mercado.
El principal índice del mercado de valores español cerró ayer en 15.738,10 puntos, tras una subida del 0,86%, y después de marcar un máximo intradía en 15.775,60 puntos.
Esos dos máximos conseguidos ayer se centran en torno a la zona que los analistas consideran como la nueva resistencia para el Ibex 35, los 15.750 puntos, y que, de ser superada, dejaría la puerta abierta a la posibilidad de atacar los 16.000 puntos, un nivel que ni los más optimistas podían soñar hace tan sólo un par de semanas.
La racha alcista de la Bolsa española coincide con movimientos similares en el conjunto de los mercados de valores europeos y con algún conato en esa dirección en Nueva York. La causa es común y responde a las expectativas de una nueva rebaja de los tipos de interés por parte de la Reserva Federal, que complicaría las posibilidades de ajuste al alza en el precio del dinero en la zona euro. No obstante, la escalada del precio del petróleo, con sus seguras presiones sobre los precios al consumo, está frenando el entusiasmo de algunos analistas, que empiezan a rebajar sus expectativas hasta un descenso de un cuarto de punto en los tipos de interés estadounidenses, asumiendo una especie de compromiso entre las necesidades de la economía y las presiones inflacionistas, todo ello según la teoría.
El tirón de los valores bancarios españoles indica que el mercado ha asumido su escasa exposición a los problemas internacionales, lo que posibilitaría la puesta al día de su cotización en comparación con valores más "contaminados" por la crisis. En este sentido, el banco suizo UBS anunciaba que podría tener que hacer nuevos ajustes de valor relacionados con las hipotecas de riesgo.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Martes, 30 de octubre de 2007