De 10 a 12 días más de cortes en los trenes de cercanías de Barcelona. Ésa es la hipótesis con la que trabaja el Ministerio de Fomento, aunque la decisión se tomará hoy en la reunión del comité de emergencia. Pero ayer sonaron las alarmas: el alcalde, Jordi Hereu, aseguró que la ciudad está preparada para soportar la falta de servicio "a corto plazo y más días". Los pasajeros afectados son 520.000 en la primera semana. Unas 500 personas, según la Guardia Urbana, se concentraron ayer en la plaza Sant Jaume para protestar por los desaguisados de cercanías. Convocados por SMS, se reunió gente tan dispar como miembros de las juventudes de Esquerra Republicana y militantes del PP, que se enfrentaron verbalmente.
"Me da hasta risa, no voy a dimitir, sólo lo haré cuando no tenga la confianza del presidente y seré la primera en enterarme". La ministra de Fomento, Magdalena Álvarez, respondió así ayer al ser preguntada por la polémica del AVE. Justificó su ausencia en la visita que hizo Zapatero, al señalar: "No vamos todos en masa a los sitios". Fomento, dijo, planea sancionar a OHL por hacer mal su trabajo.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Martes, 30 de octubre de 2007