El Tribunal Supremo de EE UU le ha dado la razón a Elizabeth Taylor: el Van Gogh es suyo. Los tres bisnietos de Margarete Mauthner, una mujer judía superviviente del Holocausto nazi y ya fallecida, habían denunciado a la actriz alegando que el cuadro Vista del asilo y la capilla de Saint-Rémy perteneció a su familia durante más de 30 años. Mauthner tuvo que vender el lienzo en 1939 para financiar su huida de Alemania a Suráfrica.
La actriz compró el lienzo a través de su padre, que era coleccionista de arte, en 1963 en la casa de subasta Sotheby's de Londres. Pagó entonces una pequeña fortuna: unos 257.000 dólares. Nada comparable con el valor que se le estima ahora al Van Gogh: 20 millones de dólares.
La familia de Mauthner denunció a Liz Taylor en 2004 por "negligencia". La mujer, ya fallecida, compró el cuadro en 1907. Su familia alegó que la persecución nazi obligó a la bisabuela a vender el lienzo y que Taylor conocía la procedencia del cuadro antes de comprarlo.
Los Mauthner han peleado hasta el Supremo y ayer éste atribuyó a la actriz la propiedad legítima del lienzo. Los abogados de Taylor argumentaron que Mauthner vendió el cuadro por su propia voluntad en 1939 y que los nazis no tuvieron nada que ver en esta operación.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 1 de noviembre de 2007