Normalmente, los ricos ahorran más. Es casi de perogrullo. Pero los últimos datos de ahorro de las familias españolas deparan sorpresas: Soria, que no es precisamente la provincia más rica, es la que más ahorra; Cádiz, la que menos. Y la economía española está entre las más ahorradoras de su entorno. Además de destinar recursos a la hucha, los hogares han logrado triplicar el patrimonio inmobiliario desde 1996 y asciende a 4,7 billones de euros, según un estudio de la fundación de las cajas de ahorros (Funcas), presentado ayer por el vicepresidente y ministro de Economía, Pedro Solbes.
Entre las provincias más ahorradoras, tras Soria (con una tasa de ahorro del 20,92%) figuran Álava, Guipúzcoa y Guadalajara. Y por comunidades, las más ahorradoras coinciden con las de mayor renta per cápita: Madrid, Baleares, Cataluña, Navarra y País Vasco aparecen en los primeros puestos. En el lado contrario, Andalucía concentra las provincias menos ahorradoras: Cádiz, Granada, Jaén y Huelva no alcanzan una tasa de ahorro del 10%. Es decir, ahorran menos de 10 euros de cada 100 de su renta disponible.
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Con datos agregados, la tasa de ahorro de la economía española es "elevada" y "se ha mantenido en los últimos años", según afirmó Solbes, gracias al creciente ahorro del sector público, que ha compensado la caída del ahorro empresarial. El ministro aseguró que esa caída es consecuencia del incremento de la inversión, que se ha dejado notar en el déficit exterior, que alcanza ya el 9% del PIB y es uno de los más abultados del mundo.
"No hay que atribuir al déficit exterior la importancia que antes se le otorgaba", explicó el vicepresidente del Gobierno, "porque ha permitido incrementar la inversión y, con ello, la competitividad de la economía española". "Además, ha dado signos de moderación cuando la economía europea se ha recuperado", destacó.
El fuerte incremento del patrimonio inmobiliario familiar se debe básicamente al incremento de los precios en la última década, según el estudio de los economistas José Manuel Naredo, Óscar Carpintero y Carmen Marco. Y las perspectivas no son nada halagüeñas. Según los autores, "la exposición de la economía española a los riesgos inmobiliarios supera, en todos los aspectos, a la de otros países", por la elevada exposición de las entidades financieras y el riesgo que han asumido los hogares, que han financiado ese patrimonio con créditos hipotecarios a tipos variables. "La suerte ya está echada", añade el informe en sus conclusiones.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 1 de noviembre de 2007