Vizcaya sigue manteniendo su rechazo a los proyectos de crear nuevos parques eólicos en su territorio. A la oposición expresada al de Ordunte el pasado año -finalmente quedó descartado por el informe de impacto ambiental negativo del Gobierno-, se suma ahora el veto al proyectado en la sierra de Kolometa, en el parque natural del Gorbea.
Todos los grupos junteros de Vizcaya (desde el PNV, que gobierna la Diputación, hasta el PSE, PP, Ezker Batua y el Mixto) aprobaron ayer una propuesta, formulada por los populares, en la que se muestra el rechazo a este emplazamiento y se insta a la Diputación a mantenerlo "ante todas las instancias".
La de Kolometa es una de las cinco nuevas instalaciones incluidas en la segunda fase del plan eólico del Ejecutivo, que se aceleró al frustrarse proyectos como el de Ordunte y no acometerse otros previstos en Vizcaya y Guipúzcoa. Los otros cuatro parques son Gazume, en Guipúzcoa, y los alaveses de Arkamo, Iturrieta y Alda-Arlaba.
La Diputación de Vizcaya, que hace un año (poco después de aprobarse esta segunda fase) ya mostró su rechazo a este emplazamiento en el Gorbea, ha contactado con el Departamento de Industria para explicarle su postura y pedirle que lo pare. Además, se ha instado a la Diputación de Álava -también afecta a este territorio- a apoyar el veto. La institución foral sostiene que su ubicación dentro de un espacio protegido como el Gorbea no aconseja la construcción de una instalación eólica.
En la misma comisión, la diputada de Agricultura, Irene Pardo, anunció la puesta en marcha de un plan para erradicar el llamado plumero de la Pampa, una especie vegetal exótica que ha invadido 134 hectáreas en Vizcaya y amenaza la flora autóctona. Ante el fracaso de las técnicas tradicionales de desbroces, se aplicarán tratamientos químicos y biológicos entre mayo y julio próximos.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 1 de noviembre de 2007