El Festival de Cine Español de Málaga ha cruzado el Mediterráneo para celebrar, como extensión a su programa, el primer certamen de cine en Tánger. Desde ayer y hasta el próximo 10 de noviembre, cineastas, actores y productores españoles presentarán sus trabajos, subtitulados en árabe, dentro del Proyecto Entre Dos Orillas (EDO), que fomenta la cooperación artística entre España y Marruecos.
"Desde el punto de vista cultural creo que debería haber más intercambio, más feedback entre Marruecos y España: existe muy poca colaboración en el aspecto cinematográfico", cuenta Gracia Querejeta, directora de Siete mesas de billar francés, elegida para clausurar el festival, y Héctor, que también participa en la muestra. "Por eso me parece interesante que esta iniciativa se plantee como puente entre culturas", añade.
El certamen se inauguró ayer con La habitación de Fermat, primer largometraje de Luis Piedrahita y Rodrigo Sopeña en forma de thriller matemático que consiguió impactar al público del último festival de Sitges. La habitación de Fermat, rodada con escasos medios y notable reparto (Federico Luppi, Alejo Saura y Santi Millán, entre otros), trata de cuatro matemáticos que son retados a resolver un enigma en una habitación menguante que les aplastará si fallan.
África a la vista
"Nuestra película es de suspense, estilo Agatha Christie, donde el guión encaja al final. Por eso gusta volver a verla: desde el principio damos todas las pistas de qué es lo que pasa y por qué", explican sus autores. "Para nosotros tiene especial significado presentarla en Tánger, porque la escribimos en Málaga, donde se veía África en la otra orilla... y ahora nos hace ilusión estar aquí".
El Festival de Tánger -en el que también habrá espacio para un ciclo de cine e inmigración, talleres y debates con cineastas y actores marroquíes- se clausurará el próximo día 10 con un homenaje y la entrega del primer Premio Hércules a María Barranco, por su trayectoria y contribución al cine español. "Recibir este premio me hace muy feliz y me da un poco de vergüenza al mismo tiempo", afirma la actriz. "Te preguntas por qué te lo dan a ti, si realmente lo has hecho bien. En cualquier caso, ese día engordaré de orgullo, aunque reviente el vestido".
* Este artículo apareció en la edición impresa del Sábado, 3 de noviembre de 2007